SáBADO, 30 DE NOV

El salario mínimo perdió el 32% del poder adquisitivo en el primer semestre

La remuneración mínima en Argentina puede comprar hoy un tercio de lo que podía en noviembre de 2023, apenas ocho meses atrás. El poder de compra es el más bajo de los últimos 30 años.

 

El salario mínimo, vital y móvil sufrió una caída brutal en los meses transcurridos del gobierno de Javier Milei. El salario mínimo actual, que asciende a 234.215 pesos y que no se actualiza desde el mes de mayo, tiene un poder de compra 32,1 por ciento menor del que tenía en noviembre de 2023, de acuerdo con el último informe de la Central de Trabajadores Argentinos, CTA.

La central obrera destaca del estudio que desde que asumió el gobierno de Javier Milei, el Consejo Nacional del Empleo, Productividad y el Salario Mínimo se reunió dos veces, en febrero y en mayo.

Cabe recordar que, en ambas instancias, la Secretaría de Trabajo determinó sendos aumentos nominales que le sumaron al SMVM 60,5% de incremento respecto de noviembre. Pero –compara el informe– la inflación acumulada desde entonces superó 136%

                                          Evolución anual del poder adquisitivo mínimo, vital y Móvil,

 

«Esta pérdida, en el poder adquisitivo se suma a las importantes reducciones que tuvieron lugar en años previos, que superaron el 10 por ciento anual en los años 2018, 2019 y 2020. Así, en julio de 2024 el salario mínimo real se ubicó 43 por ciento por debajo del nivel que tenía en noviembre de 2019, al final del gobierno de Cambiemos, y 56,4 por ciento por debajo del de noviembre de 2015», señala el documento de la central obrera.

«Más aún, el valor es inferior incluso al vigente durante la mayor parte de la década de 1990. En ese entonces, como ahora, el nivel era tan bajo que este instrumento había perdido su rol como piso salarial, tal como se buscaba desde un gobierno que bregaba por la desregulación y flexibilización del mercado de trabajo.

Por otra parte, el retroceso histórico se evidencia también en la comparación del salario mínimo con las líneas de pobreza y de indigencia. Este salario sólo sería suficiente en julio para comprar el 56,8 por ciento de la canasta básica de alimentos que define la línea de indigencia para una familia tipo y un 25,6 por ciento de la canasta de pobreza, relaciones comparables a las vigentes en la crisis final de la convertibilidad en 2001/2002.

Si no hubiese tenido lugar la pérdida de poder de compra del salario mínimo sucedida desde fines de 2015 a la fecha, en el actual mes de julio este salario hubiera sido prácticamente de 540.000 pesos y hubiese representado más del 143 por ciento sobre la canasta básica alimentaria aludida.

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