SáBADO, 30 DE NOV

La Universidad de Quilmes creó una “supersopa” para repartir en comedores populares

Los estudiantes de la carrera de Ingeniería en Alimentos crearon una sopa altamente nutritiva para su distribución en los centros comunitarios, en medio de un brutal recorte de sus fondos y del aumento de la necesidad en las barriadas populares de un plato de comida caliente.

 

La Universidad Nacional de Quilmes lanzó la producción de una serie de latas de “supersopa” compuesta por una gran cantidad de ingredientes proteicos y nutritivos. El objetivo de este producto es repartirlo en los comedores populares.

Este alimento fue desarrollado por estudiantes de Ingeniería en Alimentos después del estallido social de 2001 y se estima que se producirá por miles para su distribución en el Conurbano.

El programa universitario Supersopa inició en 2002 cuando la casa de estudios recibió maquinarias pertenecientes al Mercado Central de Buenos Aires para ser utilizadas con fines educativos. Sin embargo, la plata hacía cinco años que se encontraba en inactividad y reanudó sus actividades: “El propósito inicial fue ofrecer un producto que mejorara las condiciones alimentarias regionales. Actualmente, y a diferencia de 2002, nos encontramos con una situación aún peor de inseguridad alimentaria, donde 6 de cada 10 argentinas y argentinos están bajo la línea de pobreza, dijo Anahí Cuellas, directora de la Planta Elaboradora de Alimentos Supersopa y continuó: “En este contexto, la producción de Supersopa responde directamente a las crecientes necesidades nutricionales y representa una expresión concreta de la contribución de la Universidad a la sociedad”.

La “supersopa” tiene un fraccionamiento en latas de cuatro litros, suficiente para repartir 50 porciones cada una. La sopa está hecha con carne, arroz, arvejas, zanahorias y papas.

Por el momento, se produjeron 156 latas, lo que equivale a 7.800 porciones, con un valor nutricional jerarquizado y una vida útil de hasta dos años.

Este producto aparece en un momento muy particular de Argentina, donde por un lado, las temperaturas heladas sumen al país en un crudo invierno y donde hay una imperiosa y creciente necesidad de levantar los platos con una porción de comida caliente.

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Por otro lado, este producto es resultado del conocimiento y la solidaridad de la comunidad universitaria de la UNQ puestos al servicio de las necesidades de la gente en medio de un contexto de congelamiento del presupuesto de las casas de estudio de todo el país, pese a que la inflación interanual es de 280% hasta el mes de mayo.

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