SáBADO, 30 DE NOV

La activista iraní encarcelada Narges Mohammadi ganó el Premio Nobel de la Paz 2023

En la actualidad, cumple múltiples condenas en la prisión de Evin en la capital Teherán que representan unos 12 años de prisión. Entre los cargos que se le imputan es el de difundir propaganda contra el Estado.

 

La encarcelada activista iraní Narges Mohammadi fue galardonada este viernes con el Premio Nobel de la Paz, según decidió el Comité Noruego, que puso así de relieve la opresión de las mujeres, así como la situación de derechos humanos en general en el país islámico, sacudido por una serie de protestas después de que el año pasado una joven muriera bajo custodia policial por no usar correctamente el velo.

«El Comité Noruego del Nobel ha decidido conceder el Premio Nobel de la Paz 2023 a Narges Mohammadi por su lucha contra la opresión de las mujeres en Irán y su lucha por promover los derechos humanos y la libertad para todos», indicó el comunicado oficial.

El premio de este año, según el Comité, «también reconoce a los cientos de miles de personas que el año pasado se manifestaron contra las políticas de discriminación y opresión del régimen teocrático de Irán contra las mujeres».

El galardón se otorga pocos días después del primer aniversario de la muerte de la joven kurda Mahsa Amini, quien falleció a los 22 años tras ser detenida por vulnerar presuntamente el estricto código de vestimenta para las mujeres, un episodio que desató un amplio movimiento de protesta en la República Islámica que dejó varias centenas de muertos, entre ejecutados por decisión de la justicia y por la represión a las manifestaciones callejeras.

El 16 de septiembre, día del aniversario, Narges y otras tres prisioneras quemaron sus velos en el patio de la cárcel, según su cuenta de Instagram, gestionada por su familia.

Nacida en 1972, periodista y madre de gemelos adolescentes, Mohammadi fue arrestada en 13 ocasiones y condenada a un total de 31 años de prisión y 154 latigazos, refirió la agencia de noticias Sputnik.

La primera vez que fue enviada a la cárcel fue hace 22 años y actualmente está alojada en la prisión de Evin, en Teherán, luego de ser condenada en enero de 2022 a ocho años y 70 latigazos.

La distinción representa «un momento histórico e importante para la lucha por la libertad en Irán», indicó su familia en un mensaje recogido por la agencia de noticias AFP.

«Por desgracia, Narges no puede estar con nosotros para compartir este momento extraordinario», continuó el texto redactado por su esposo, Taghi Rahmani, en nombre de la familia.

«Como siempre dice Narges: la victoria no es fácil, pero es segura», concluyó.

Conocida la distinción, la ONU reclamó su inmediata puesta en libertad «y la de todos los defensores de los derechos humanos encarcelados en Irán».

«El caso de Narges Mohammadi es emblemático de los enormes riesgos que asumen las mujeres para defender los derechos de todos los iraníes. Pedimos su liberación y la de todos los defensores de los derechos humanos encarcelados en Irán», reaccionó la oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos.

En el mismo sentido, durante una rueda de prensa, la presidenta del Comité Noruego del Nobel, Berit Reiss-Andersen, expresó la esperanza de que las autoridades iraníes liberen a Mohammadi para que pueda recibir el premio en persona.

El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, dijo que el premio otorgado a Mohammadi es «un tributo a todas las mujeres que luchan por sus derechos arriesgando su libertad, salud e incluso sus vidas».

A su vez, consideró que es «un recordatorio importante de que los derechos de mujeres y niñas están enfrentando una fuerte resistencia, incluso a través de la persecución de defensoras de derechos humanos, en Irán y otros lugares».

Al pedido para su liberación se sumaron las ONGs Amnistía Internacional (AI) y Human Rights Watch (HRW) que exigieron que «liberen de manera inmediata e incondicional a Mohamadi» tras felicitar a la activista por un galardón que recuerda «su lucha contra la opresión de las mujeres en Irán y para proteger la libertad de todos».

AI defendió en un comunicado la importancia de un premio que «no facilitará su puesta en libertad, pero envía un mensaje claro a las autoridades iraníes de que su represión contra los críticos pacíficos y los defensores de los derechos humanos no quedará sin respuesta».

En su libro «White Torture» («Tortura blanca»), Mohammadi denuncia las condiciones de vida de las prisioneras, especialmente en aislamiento, abusos que ella misma afirma haber sufrido.

Entre mayo de 2015 y octubre de 2020 fue encarcelada por haber «formado y dirigido un grupo ilegal», instando a abolir la pena capital, y fue condenada de nuevo en mayo de 2021 a 80 latigazos y 30 meses de detención por «propaganda contra el sistema» y «rebelión» contra la autoridad penitenciaria.

En noviembre de 2021 fue detenida cerca de Teherán, donde asistía a una ceremonia en memoria de un hombre muerto en 2019 durante una manifestación contra el aumento del precio del combustible.

«El precio de la lucha no es solamente la tortura y la cárcel, es un corazón que se desgarra con cada privación, un sufrimiento que penetra hasta la médula», escribió Mohammadi a la agencia de noticias AFP en septiembre.

«Hace más de ocho años que no veo a Kiana y Ali, y hace más de un año y medio que no he escuchado siquiera su voz. Es un dolor insoportable e indescriptible», lamentó. Sus hijos gemelos, de 17 años, y su esposo, Taghi Rahmani, viven en Francia.

«En 24 años de matrimonio, hemos tenido solo cinco o seis de vida común», indicó recientemente Rahmani, quien destacó que su esposa tiene una dolencia cardíaca.

Sin embargo, aseguró también: «Es la persona más decidida que conozco. Nunca se ha rendido, no pueden romperla».

Por su parte, Mohammadi admitió no tener «prácticamente ninguna perspectiva de libertad», pero no ha dejado de destacar en su red social que «el pabellón de mujeres de Evin es uno de los pabellones de presas políticas más activos, resistentes y alegres de Irán».

«La prisión siempre ha sido el corazón de la oposición y de la resistencia en Irán, y para mí también encarna la esencia de la vida en toda su belleza», sentenció la nueva Premio Nobel de la Paz.

Mohammadi es además vicepresidenta del Centro de Defensores de los Derechos Humanos, fundado por la también Premio Nobel de la Paz iraní Shirin Ebadi (2003), que lucha entre otras causas por la abolición de la pena de muerte.

Los Nobel 2023 están dotados con 11 millones de coronas suecas, aproximadamente un millón de dólares al cambio actual.

Desde 1901 se concedieron 104 Nobel de la Paz, pero en 19 ocasiones los miembros del comité dejaron vacante el premio.

El año pasado recayó en el activista bielorruso pro derechos humanos Ales Bialiatski, condenado a 10 años de prisión en marzo de 2023, y en las entidades Memorial (una ONG rusa que fue disuelta por una orden de la Corte Suprema tras su reiterada negativa de etiquetarse como agente extranjera) y el Centro para las Libertades Civiles (Ucrania).

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