SáBADO, 30 DE NOV

Sistema financiero estadounidense en jaque por la quiebra de banco tras una corrida

El Silicon Valley Bank, uno de los veinte más importantes de Estados Unidos, sufrió una caída de más del 60% en sus acciones al cierre de la rueda del Nasdaq y operó este viernes con una pérdida de 69% en el pre-mercado hasta que su cotización fue paralizada.

 

Diversos fondos comunes de inversión recomendaron retirar sus activos de Silicon Valley Bank (SVB), uno de los 20 bancos más importantes de Estados Unidos, tras verse forzado a vender parte de su cartera a pérdida, lo cual encendió las alarmas en el sector financiero global por un posible efecto sistémico.

Por su parte, la secretaria del Tesoro, Janet Yellen, afirmó que su departamento está monitoreando «algunos» bancos por los problemas en SVB, en una comparecencia ante el Comité de Medios y Arbitrios.

SVB, fundado hace 40 años y especializado en brindar financiamiento a las empresas emergentes (startups) tecnológicas de Silicon Valley, sufrió este jueves una caída de más del 60% en sus acciones al cierre de la rueda del Nasdaq y operó este viernes con una pérdida de 69% en el pre-mercado hasta que su cotización fue paralizada.

El derrumbe se extendió a la cotización de los principales bancos mundiales encaminándolos a la peor semana desde 2020 y se produjo luego de que SVB le anticipara a la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC) unas pérdidas de US$ 1.800 millones en el primer trimestre y una colocación acelerada de acciones de US$ 1.750 millones para sanear su posición de capital tras haber registrado fuertes pérdidas en su portfolio de inversiones, precisaron las agencias Bloomberg y DPA.

Dicha cartera consistía principalmente de bonos del Tesoro estadounidense cuyos valores cayeron desde las subas de tasas de interés que dispuso la Reserva Federal (FED).

El banco se vio obligado a desprenderse de ella tras una fuerte salida de depositantes, reflejo de la caída de la actividad de las startups en particular y el sector tecnológico en general de los últimos meses.

Los temores en cuanto a la capacidad financiera de SVB -el decimosexto banco en cantidad de activos en Estados Unidos- provocó que firmas de capital de riesgo como Funder Fund, Union Square Ventures y Founder Collective aconsejaran retirar los fondos del banco. Por su parte, diversos clientes reportaron dificultades a la hora de retirar sus fondos.

En una nota a sus clientes Founder Collective indicó que «a largo plazo, no creemos que los depósitos estén en riesgo, pero a corto es más difícil de predecir».

En tanto Garry Tan, CEO de Y Combinator, reconocida incubadora de startups, advirtió que el riesgo de insolvencia es real y recomendó limitar la exposición al banco.

El CEO de SVB intentó ayer frenar la corrida pidiendo calma a los clientes e inversores a través de una conferencia telefónica de 10 minutos, según informó una fuente familiarizada con la situación a la Agencia Bloomberg.

Tras la corrida, la cadena CNBC informó esta mañana que SVB fracasó en sus intentos para reunir nuevo capital y contrató a consejeros para explorar una potencial venta de sus activos a otra entidad financiera.

La caída de SVB, se suma a la del banco Slivergate de esta semana, lo cual extiende un manto de dudas sobre el sector financiero respecto a si se tratan de hechos aislados o el anticipo de una crisis. «No estoy preocupado por los grandes jugadores pero muchos de los pequeños van a tener unas patadas terribles. SVB es sólo la punta del iceberg», advirtió el consultor Chistopher Whalen.

First Republic, con sede en San Francisco, se desplomó un 16,5% tras tocar su nivel más bajo desde octubre de 2020. First Republic y SVB fueron los valores que más bajaron porcentualmente del S&P 500 en la sesión del jueves, mientras que la pérdida de JPMorgan pesó más que cualquier otra acción en la caída del 1,9% del S&P 500.

En general, las autoridades regulatorias desde el crack de 2008 se focalizaron en asegurar la estabilidad de los grandes bancos forzándolos, por ejemplo, a tener mayores encajes, lo cual llevó a la desatención de las entidades más pequeñas, algunas de las cuales apostaron en plataformas tecnológicas o criptomonedas como Slivergate.

Michael Barr, vicepresidente de supervisión de la FED reconoció esta postura e indicó que las instituciones más grandes también están expuestas a estos riesgos pero dicha exposición «tiende a ser una muy pequeña parte de sus hojas de balance».

Del mismo modo, analistas de Morgan Stanley descartaron un riesgo sistémico y recordaron que hay grandes diferencias entre los grandes bancos con una mayor liquidez y carteras diversificadas, y otros como Slivergate y SVB, especializadas en determinados perfiles de clientes con mayor riesgo.

Mike Mayo, director en Wells Fargo advirtió de que «SVS es una clara advertencia del riesgo financiero por fuera de los grandes bancos«. «Lo que vimos con este banco de medianas dimensiones incluye, por extensión, al capital privado, y el universo fintech», afirmó Mayo.

 

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