El tercer domingo de julio una embarcación en la que se trasladaban 8 personas se hundió en un canal secundario del río Paraná a la altura de Pueblo Esther, en el kilómetro 403. Una de esas personas falleció, otras tres sobrevivieron y cuatro permanecen desaparecidas. Desde el momento en que se conoció el trágico incidente, la Prefectura Naval lleva a cabo una intensa búsqueda con buzos tácticos que realizan rastrillajes en el fondo del río.

“Los sobrevivientes dijeron que vieron como una persona ya estaba fallecida y los otros compañeros se iban hundiendo paulatinamente. Lo primero que hicimos fue una búsqueda visual, con embarcaciones en la superficie y con patrullajes terrestres en las zonas más elevadas. Como eso no dio resultados, comenzaron a actuar los buzos, que determinaron el lugar del hundimiento y ahora  se están haciendo rastrillajes en forma paralela tratando de buscar algún elemento”, explicó el prefecto Santucci.

En diálogo con Conclusión, el Prefecto Mayor Fernando Santucci, expresó su preocupación por el siniestro ocurrido y destacó que «continúa la búsqueda de las cuatro personas desaparecidas en el río». Pero también se refirió al trabajo que realiza diariamente Prefectura Naval:  «La función principal es ayudar a la navegación, somos la policía de seguridad de navegación y salvaguardar las vidas humanas  en el agua, es lo más importante, tarea que día a día tratamos de hacer lo mejor posible». 

En la actualidad existe un parque náutico muy importante que según datos aproximados que se desprenden de Prefectura Naval, Rosario cuenta con 15 mil embarcaciones registradas; Santa Fe, otras 15 mil y en el resto de las jurisdicciones son más bajas pero también se le suman unas 5 mil más en diferentes localidades cercanas como es el caso de San Lorenzo,  San Nicólas y Ramallo.

A esto hay que agregarle las embarcaciones a remo sin motor que no se registran. Aquí en Rosario se estima que existen 10 mil embarcaciones a remo. En época estival, Rosario en la zona del bajo Paraná recibe un flujo turístico muy concurrido de embarciones  «náutico – deportivas» provenientes de las provincias de Córdoba y Entre Ríos.

Ante este panorama, Prefectura Naval, trata de mantener un plan de patrullaje diario con diferentes unidades conectados con todas las dependencias jurisdiccionales con el objetivo de estar atentos a cualquier situación de riesgo para brindarle seguridad a los navegantes.

En ese sentido, «contamos con una línea telefónica ‘106 de emergencia’ exclusivamente para el navegante deportivo y al navegante en su conjunto», resaltó Santucci.

En cuanto a las recomendaciones de Prefectura, Santucci le puso mucho énfasis en cumplir con todas las normas vigentes: «La persona que navega debe contar con su carnet de ‘conductor náutico’ luego de rendir un examen teórico-práctico, como así también la embarcación debe estar inscripta con su inspección correspondiente y verificada para saber si salió de un astillero legal y que además esté construida en base a las normas vigentes y si la construyeron artesanalmente también le hacemos un seguimiento e inspección para verificar si cumple con los requisitos de estanqueidad y flotabilidad necesario, propiedad que tienen ciertos cuerpos que al sumergirlos hasta un determinado calado, dentro de un líquido, tienden a volver hacia la superficie».

Por otro lado, Santucci, resaltó muy en especial llevar en la embarcación los elementos de seguridad de carácter obligatorio que se exigen en el río: «Entre los más importantes podemos citar al ‘chaleco salvavidas’, que si bien la reglamentación le da la posibilidad de tenerlo a mano, lo ideal es llevarlo puesto en el caso de algún acontecimiento inesperado».

Y agregó: “Es un canal secundario, que tiene una profundidad de 10 metros y es una zona de mucha corriente, a pesar de que el río está bajo, pero la corriente oscila entre  4 o 5 kilómetros. No es una zona fácil para la búsqueda y menos para la tarea de los buzos”.

En cuanto a la embarcación, Santucci señaló que “la embarcación es una canoa tipo artesanal con un motor fuera de borda”. Y puntualizó: “No estaba registrada y el supuesto dueño de la misma, que es uno de los desaparecidos, no tenía habilitación para la misma”.